Desde los orígenes de la humanidad las obras carecieron de prohibición de copia, reproducción o edición de estas, el Poema de Gilgamesh es un ejemplo de ello. Desarrollado desde hace 4 milenios por los sumerios, escrito y preservado hace 2650 años gracias al rey asirio Asurbanipal, ha llegado a nuestros días sin grandes querellas por parte de sus descendientes. En este blog, no existe nada que no se pueda difundir, publicitar o copiar en última instancia, siempre que se indique la procedencia. Los textos de opinión son originales de LibroVicio's, pero los derechos de autor, en este caso, son universales, no te cortes y difunde.
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El paralaje Neanderthal. Robert J. Sawyer.

El fisico Ponter Boddit y su colega y compañero Adikor Huid, trabajan desarrollando un ordenador cuántico. Durante los experimentos y de forma accidental se abre un portal a un universo paralelo y Ponter se encuentra de repente rodeado de unas extrañas criaturas, en apariencia humanas, pero mucho más frágiles, con pequeñas naricillas y extrañas barbillas. Se trata de gliksins, un homínido extinguido en la Tierra hace cientos de miles de años. Por otro lado los gliksins reconocen en la insólita figura de Ponter a un Neanderthal, un ser que se extinguió cuando ellos eran CroMagnons.

Así comienza Homínidos, primer libro de la trilogía Paralaje Neanderthal, del canadiense Robert J. Sawyer. A este primer volumen se le añaden sus continuaciones Humanos e Híbridos.

Partiendo de una idea bastante original Sawyer desarrolla un tipo de ciencia ficción bastante clásico en su concepción. Mediante una historia lineal, Sawyer, con unos científicos como protagonistas va describiendo la sociedad neanderthal y la compara con la nuestra. Todo esto lo hace, valga la metáfora, intentado mantener una temperatura de confort que agrade a un lector de ciencia ficción medio. Así, cada volumen desarrolla una idea básica para el telón de fondo y un conflicto para la acción. En el primero el fondo es la descripción del mundo Neanderthal y el conflicto, el juicio al compañero de Ponter, Adikor, acusado de su desaparición. En los tres libros el esquema es similar, casi como una plantilla. Sawyer acelera el ritmo hacia el final de cada novela para resolver el conflicto planteado y listo. Parece tanta la preocupación de Sawyer por la comodidad del lector que incluso vuelve a explicar acontecimientos sucedidos en libros anteriores para refrescar la memoria de los más despistados.

Los avances tecnológicos descritos son creíbles y no se abruma al lector con detalles. Tampoco hay cosas raras al estilo Egan. Otra cosa son las disquisiciones antropológicas y filosóficas que se plantean. Muchos escritores de ciencia ficción se manejan con soltura con las especulaciones científico-tecnológicas pero resbalan en las sociológicas. Sawyer, sin que se llegué a caer, es uno de ellos. Es evidente que la sociedad Neanderthal que se ha inventado le gusta: su Tierra está libre de contaminación, poco poblada y sin apenas crímenes. Además, los Neanderthal son tan progres que sus matrimonios son una especie de trío bisexual. Que todo esto se haya conseguido mediante una ingeniería social que incluye la eugenesia, la tecnología de los Acompañantes, un sistema de vigilancia que deja corto al Gran Hermano orwelliano y una gerontocracia inmovilista apenas si le parecen pequeñas molestias a Sawyer. Solo en un par de ocasiones le ve pegas al sistema. Peregrina es también la teoría desarrollada en el tercer volumen según la cual los gliksins tienen religión por una configuración particular del cerebro, el órgano de Dios (los neanderthal, que no lo tienen, no creen en nada). Esto nos deja a los ateos en la condición de sufrir una extraña patología.

En fin, la trilogía El Paralaje Neanderthal es una serie entretenida pero que no entusiasma. Sawyer no ha explotado todo el potencial que la idea original prometía. En parte y como he dicho porque creo que ha escrito pensando demasiado en la comodidad del lector y en llegar a la mayor cantidad posible de público. Así se escriben los bestsellers. Las grandes novelas no.

2 comentarios:

  1. Aquí una que disfrutó como una enana con la trilogía... y, además, se quedó con ganas de más.

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  2. A mi me gustaron.
    Pero es pura lectura playera, entretenida y poco más.
    El tema podía haber dado mucho más de sí...

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